LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y SU INFLUENCIA EN LA PRESERVACIÓN DE LA TIERRA
“Guardianes de la Naturaleza” por Zobydili de León. |
¿De dónde viene ese sentido de preservación de la tierra?
Los pueblos indígenas se sienten parte de un sistema en el que existe una conexión entre ellos y la naturaleza. Suelen acomodar su estilo de vida, adaptándolo a los espacios que habitan, manteniendo siempre el respeto a los recursos naturales que los rodea, ya que se sienten conectados con la naturaleza.
Según la FAO, los pueblos indígenas preservan el 80% de la biodiversidad a pesar de ocupar sólo el 22% de las tierras del mundo. Esto a raíz de que conservan y restauran los bosques y recursos naturales.
A pesar de representar un bajo porcentaje de la población mundial, figuran alrededor del 15% de las personas que viven en pobreza extrema. Esto se ve reflejado en el difícil acceso a la educación, servicios de salud y su vulnerabilidad frente a las catástrofes climáticas. Usualmente, son los últimos en recibir inversiones públicas y se les limita su participación política y económica.
La mayoría de sus tierras son propiedad comunal, pero sólo son reconocidas legalmente una fracción de ellas, lo que produce conflictos y debilita el desarrollo sostenible. Garantizar sus derechos, tanto de pueblo como humanos, es fundamental para reducir la desigualdad social y fortalecer la lucha contra el cambio climático.
¿Cuál es la situación de los pueblos indígenas en Panamá?
¿Cuál es la situación de los pueblos indígenas en Panamá?
En Panamá existen siete pueblos indígenas que se dividen en los pueblos Bri Bri, Buglé, Emberá, Guna, Naso Teribe, Ngöbe y Wounaan, representando más del 12% del total de la población panameña. Panamá goza de unos de los más altos ingresos per cápita de la región (alrededor de US$ 14.000/año, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo para 2015). Sin embargo, los pueblos indígenas se encuentran en una condición de probreza extrema, aproximadamente un 86% de la población, con un ingreso per cápita que no supera los B/. 509/año, y que en el caso de los ngöbe-buglés no llegaría a los B/. 367/año. Adicional a esto, son afectados por la desnutrición infantil, la tuberculosis y una más alta tasa de mortalidad y menor esperanza de vida que las personas no indígenas.
Otro de los grandes problemas que sufren las poblaciones indígenas es la falta de sistemas adecuados de desechos. Anteriormente, la mayoría de sus desechos eran orgánicos por lo que al caer en la tierra no generaba afectaciones debido a su rápida descomposición. Sin embargo, hoy día se consumen más productos empacados que al no poder ser desechados correctamente, terminar en el mar.
Actualmente, existe el Plan Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas que tiene como objetivo "mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas y hacerlos protagonistas de su propio desarrollo". En el 2018, el Banco Mundial aprobó un préstamo de 80 millones de dólares para apoyar e impulsar este proyecto y, en el 2020, fueron desembolsados unos 2 millones de dólares para la compra de suministros y brindar soporte a centros de salud y hospitales frente al COVID-19.
El pasado diciembre del 2020, se aprobó la Ley 656, que garantiza "la herencia ancestral del pueblo Naso y sus derechos". Con ella, se reconocieron 1,600 kilómetros cuadrados de extensión a orillas del río Teribe al pueblo Naso Tjër Di, convirtiéndose en la sexta comarca. Este reconocimiento pone fin a la larga lucha del pueblo Naso Tjër Di, quienes estuvieron muy cerca de conseguirlo en 2018, pero el proyecto de ley fue vetado por el presidente.
Conocer sobre las raíces de nuestros pueblos indígenas y su situación nos permite saber de dónde venimos. Podemos alcanzar un desarrollo sostenible a través de sus prácticas de preservación y respeto hacia los recursos naturales, enfocándonos en alzar sus voces para crear representación en la toma de decisiones.
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